Puede que este amor que hoy te deja, vuelva un día siendo mucho más de lo que en su momento fue. Tan sólo recuerda lo que marcó tu vida para siempre, el resto se perdona.
Cuando iniciamos nuestra relación era consciente de que podía ocurrir, podría pasar que algo rompiese nuestros lazos. Sin embargo, llegados a nuestro punto de ruptura, no imaginaba que fuese tan pronto.
No te digo un adiós definitivo porque aún hoy me da miedo que esta despedida sea un error, porque tengo miedo a que venga el recuerdo de alguno de tus besos y porque me duele el corazón si él ve que tu imagen se aleja para siempre.
Solo me queda esperar al olvido que traerá de nuevo la bienvenida a un nuevo amor que me pueda dar todo aquello que tú no me diste y aquello que me quitaste cuando te marchaste.