Frases de amor

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Frases de amor
El enamorado sigue sentado, esperando mentalmente a que la decisión se tome una noche al atardecer, mientras se pone el sol... esperando a que se vaya la incertidumbre.
Que todo lo difícil del invierno forje en tu corazón una pasión hacía ti mismo que supere a cualquier amor de verano posible.
La tristeza de un amor perdido es como un árbol caducifolio, siempre vuelve a resurgir y a perder sus hojas después de cada primavera.
Cuando me miras, sé que la mitad de dos no es uno, sino que el verdadero resultado es la palabra soledad.
Me gusta pasear por los lugares que juntos recorrimos, porque, de alguna manera, me devuelven el calor de los días felices.
El amor no es ciego pero, cuando un amante nos traiciona, el tiempo nos hace ver que sí teníamos los ojos vendados.
Un corazón roto es como un oso pardo: necesita su letargo invernal para renacer con fuerza al llegar la primavera.
Cuando era joven solía pronunciar "te quieros" sin pensarlo demasiado. Ahora medito tanto estas palabras que a menudo las pronuncio cuando ya es demasiado tarde.
Lo único eterno en nuestro amor son las interminables horas que llevo esperando  un gesto que me haga pensar que aún me quieres.
Pocas cosas tienen menos sentido que dos personas que se quieren y no llegan a estar juntas por no hacer frente a sus miedos y a sus circunstancias.
El amor, a veces, nos paraliza hasta tal punto, que no somos capaces de verbalizar nuestros sentimientos por miedo a que resulten heridos.
Acaba con esta flecha con estos sentimientos que hacen que empiecen a arder mis ganas de estar contigo bloqueando todos los pensamientos que aparecen de control.
No sé si es más triste haberte querido o haber pensado que podía haber algo bueno en ti.
Cuando cada palabra se convierte en un puñal llegas a cuestionarte todo lo que creías acerca de tu relación.
Es curioso ver cómo dos personas que se quieren pueden llegar a hacerse tanto daño tratando de defender un orgullo que, de hecho, no sirve absolutamente para nada.
En la batalla por ver quién tiene la razón en esta estúpida conversación que sólo nos hace daño, dime quien crees que será el vencedor.
No hay nada más dañino para el amor que el orgullo. Se antepone a la razón y destroza cada sentimiento bonito con una tosca crueldad.
Si en algún momento te cuestionas cómo es posible querer a alguien y a la vez hacerle tanto daño, mira bien si estás actuando por amor o, por el contrario, con miedo, orgullo o con egoísmo.
Si alguien te hiere tanto que de pronto sientes que has caído en un pozo y no sabes cómo salir, recuerda que el que ama siempre vence.
Si quieres que tu relación sea duradera, vacía tu mochila de miedos, arrogancia, dudas, orgullo y egoísmo porque será un viaje largo aunque con dulces momentos.
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