Frases de amor

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Frases de amor
Sólo tenemos que dejar de preocuparnos, agarrarnos fuerte de la mano, mirarnos a los ojos y disfrutar de nuestro amor.
Acompáñame en este camino de mil aventuras, donde siempre esperaremos a que uno de los dos encuentre el acertijo, donde los dos esperaremos sin olvidar quien es el otro y quien somos.
Dicen que el amor todo lo soporta pero yo no quiero que te conviertas en pilar de nada sino en un amor ligero, donde nos mantengamos de logros y grandes sueños juntos.
Quiero que nuestro amor dure el tiempo justo para poder recordarlo como inolvidable y poder sentir que hemos logrado transformarlo en lo que queríamos.
El amor en el matrimonio es tener todos los días encuentros de negocios donde se pongan encima de la mesa cuales son las condiciones para reajustarse y ser feliz respetándose mutuamente y creando la sinceridad y los detalles de los que vive el amor.
Tantas personas en el mundo y aquí estamos los dos, decidiendo complicarnos juntos. Que mejor apuesta y demostración de que nos queremos más que a nada.
Cuando el final es tu corazón no me importa lo frío que sea el camino porque me acerco al motor de todo, que es saber que se trata de un amor para siempre.
Si fuera la última vez que me cogieras de la mano, tocaría cada una de las líneas que la forman para poder conocer cuál va a ser tu destino e intentar por todos los medios cambiar para poder volver a aparecer en él.
Si alguien me dijera que no nos vamos a volver a ver más no pensaría que sabes lo que te quiero y estaría todo el día haciendo cosas para demostrártelo. Como somos los enamorados que para que arda la llama necesitamos sentir en la boca el posible sabor de la pérdida.
No sólo quiero encontrarme en tu corazón, en tus sueños o en tus recuerdos sino que hoy en día hay algo mucho más importante, que es encontrarme en los planes que trazas para ti cada día.
Me gusta observarte a escondidas cuando duermes, porque tu respiración y la paz que irradias dan sentido a mi mundo.
Tus abrazos son el cálido abrigo de mi piel en los días de invierno.
El epicentro del mayor terremoto del mundo no se esconde bajo tierra, sino en el pecho de cualquier enamorado.
De todo tu cuerpo solo habría una cosa que cambiaría sin dudarlo: no ser yo quien lo mira.
Si el amor se siente en el estómago como una mariposa revoloteando, el día que te conocí tuve dentro mí todas las mariposas del mundo.
Si el amor hay que trabajarlo cada día para que no muera, por no perderte me dedicaría a ti a jornada completa.
Quisiera ser un corazón perdido y que solo la brújula de tus manos me guiase.
Querer a alguien por necesidad no es una buena idea. Necesitar a alguien para querer es la mejor idea del mundo.
Cuando uno está enamorado no puede atender a más razones que a aquellas que pronuncian los labios de su enamorado.
El enamoramiento es un dulce estado de letargo del que solemos despertar, aun sin quererlo, pasados unos meses o unos años.
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