Qué pasaría si uniésemos todos los momentos de nuestras vidas en los que ha sido protagonista el amor? Quizás descubriésemos el sentido de muchas cosas y una verdad universal que sería imposible refutar.
No entiendes el sentido de la maternidad, ese sentimiento que la motiva hasta que amas tanto a alguien que la idea de ver crecer algo vuestro en tus entrañas te parece maravillosa.
Nuestra capacidad de amar también conlleva un aprendizaje. Con el tiempo, si has aprendido bien, vas notando como poco a poco los sentimientos se purifican y se vuelven más ligeros pero también más resistentes.
Cuando tocas por primera vez a la persona que quieres, hueles en ella todos los colores y sientes todas las melodías. Es el momento de conexión más perfecto.