Pasé noches enteras llorándole a la enorme impotencia que me dejaban tus rechazos. Ahora tú le lloras a mi frialdad y es cuando entiendes que cada acción tiene una consecuencia.
Ahora que soy incapaz de regalarte si quiera una palabra de aliento es cuando entiendo todo el proceso que me llevó hasta aquí. El amor también se pudre como la fruta fresca.
El amor no correspondido es aquel que deja en el aire todos tus deseos de amar y proyecta toda tu energía hacia un lugar donde se dispersa y se deja morir.
Cuando decimos adiós algo se pierde en esa despedida, quizás sea la esperanza que algún día tuvimos en el futuro, quizás sean los sentimientos que nunca llegamos a gastar.
Si pudiera dar marcha atrás te diría todas las cosas que no tuve el valor de decirte, te daría todos los besos que no me atreví a darte y te escribiría aquellos versos que siempre quisiste escuchar.
Cada día que pasa sin ti es un día de otoño: las hojas de todos los árboles que han crecido caen lentamente sobre el suelo dejando apenas el rastro de lo que un día estuvo tan vivo.