El amor que siento hacia ti no mueve montañas ni podrá construir una escalera hasta la luna. Pero en ese sentimiento encontrarás una pizca de mi vida que si lo guardas te dará la felicidad.
Me rendí a ti un día sin pensarlo, dejándome llevar hacia donde esta aventura nos llevase. Y ahora que llevamos navegando tanto tiempo, no deseo llegar a ningún lado, sólo deseo continuar navegando a tu lado.
Por más que intento no sonreír constantemente, mis labios me traicionan y cuanto más le digo a mi mente que me de tregua, más pronuncio tu nombre. No puedo engañar a mi alma… que ya es tuya.
Eres la cara a la que miro para iluminar mi vida, la voz que deseo escuchar para continuar luchando y el lugar en el que dejaré mi corazón cada noche para que me despierte tu amor.
¿Por qué no me dejaste tan sólo un momento para hacerte feliz? No me diste la oportunidad de darte el amor que tenía para ti, y ahora me ahogo intentando salir del mar de emociones que me hiciste sentir.
Cuando te enamoras piensas que es para siempre, que durará toda la vida. Sin embargo, cuando llega el desamor a tu vida, cada día crees que será el último.
Te has ido y no me has dado instrucciones. Ahora no se qué hacer con nuestros recuerdos compartidos, nuestros tesoros escondidos y nuestros secretos más profundos. Vuelve amor y pon orden en mi corazón.
La distancia en el amor parece no tener fin, parece que nunca te acercará a esa persona a la que amas, pero cuando llega el momento todo se olvida y el amor se hace más intenso.
Cómo duele decir adiós cuando no sabes cuánto tiempo durará el amor en la distancia. Pero que poco cuesta decir que vuelves y saber que todavía estás ahí.
¿Por qué me enamoré de lo prohibido? ¿No hubiese sido más sencillo enamorarse de cualquier otro? Tenías que ser tú, mi vida, mi esperanza y ese amor que no llega.