Estar enamorado es descubrir cómo de importantes podemos llegar a ser para alguien, por eso un beso del primer amor puede ser un beso eterno y no ser solo el primero.
El primer amor es locura, ingenuidad, pasión, confianza, inseguridad, entrega, soñar, sentir, caricias, abrazos, melancolía... en fugaces instantes que nos gustaría convertir en eternos.
En muchas ocasiones han jugado con mis sentimientos y pensé que nunca más volvería a confiar en alguien pero has aparecido tú volviendo a hacer que crea en el amor y me haga la promesa de que volver a intentarlo merece la pena.
Mis ojos solo le cuentan a mi corazón cómo te han visto hoy, de lo perfecto que ha sido nuestro encuentro y de cómo cuando dos personas se quieren en igualdad de condiciones, el amor fluye solo.
El enamoramiento no conoce de barreras y aunque somos muy diferentes, un chispazo me ha hecho sentir que entre los dos hay algo profundo, sincero, intenso que merece la pena ser vivido.
Sé desde hace tiempo que soy tu pañuelo de lágrimas, que descargas sobre mí todos tus amores perdidos. Yo quisiera ser aquel por el que suspiras, aquel por el que te desvelas y el que deseas que salga a tu encuentro.
Pensé que eran verdad todos esos planes que hacías en tu cabeza donde me incluías a tu lado pero poco a poco me doy cuenta de que el nosotros era una palabra, vacía, etérea, y carente de significado.
Búscame si quieres que te dé mi amor a cambio. Búscame si es verdad que a partir de esta noche quieres compartir la vida conmigo pero si no, huye por tus grises caminos, que yo ya no estoy para ti amigo.
Le enseñé que la vida cogidos de la mano podía ser mucho más sencilla, sin embargo en cuanto se convirtió en cisne echó a volar y ni siquiera pensó en mirar atrás para despedirse.
Te fuiste y me dejaste los paseos sin sentido, los cigarros que se consumen solos, las llamadas sin respuesta, los besos que no me diste y mis lágrimas que no dejan de caer.
La despedidas deberían de estar prohibidas. Una enorme señal que prohibiera esos momentos de silencio que desgarran por dentro y que solo nos dejan un adiós por respuesta.