Frases de amor

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Frases de amor
Tu boca ilumina mi vida y con cada palabra que dices construyes mi camino. No me lo pongas más difícil y dame una respuesta, que quiero vivir contigo el resto de mis días.
Cuando paso por tu lado, te saludo sin cesar porque estoy seguro de que no identificas que el amor de tu vida acaba de pasar.
Me gustaría ser el conductor del tren de tu vida para que así te dieses cuenta de que al final tu único destino soy yo.
Estoy esperando que se abra la puerta de tu corazón que siempre me tiene a la espera. Que duro es no ver las ventanas que dan aire, ni otras puertas que ya están abiertas y me extienden los brazos con calma.
Cuando escucho tu nombre mi corazón palpita sin parar con la ilusión de que detrás del sonido venga tu imagen y podamos vernos un día más. Porque si la vida quiere que estés en mi destino algún día estaremos juntos y te diré todo lo que he pasado al oído.
Mi vida es como un río a contracorriente, porque he elegido quererte sin ser correspondido. Sin embargo, como el agua cristalina espero que algún día veas a través de mis ojos la claridad de mi amor y lo que he luchado por ti.
No quiero que la amistad me cure las heridas que este amor que no llega me está dejando. No quiero que seas mi amiga y me des tu consuelo porque me duele más eso que esperarte a lo largo de la vida entera.
Me pregunto todas las noches que es lo que me falta para conquistarte, que necesitas para que mi amor sea correspondido. Pídeme lo que quieras y te lo daré el sol, la luna y las estrellas si es preciso.
Soy un cuerpo sin alma que vende su corazón roto porque ahora que te has ido ya no funcionará para hacerme seguir viviendo con alegría sin ti.
Mi tristeza se palpa en todos los rincones de mi casa y del aire que respiro y me rodea. La tristeza que ha surgido al saber que nada de mí alrededor cambiará porque nos hemos deshecho de todo lo nuestro y ya la casa está vacía igual que mi corazón.
No te digo un adiós definitivo porque aún hoy me da miedo que esta despedida sea un error, porque tengo miedo a que venga el recuerdo de alguno de tus besos y porque me duele el corazón si él ve que tu imagen se aleja para siempre.
Solo me queda esperar al olvido que traerá de nuevo la bienvenida a un nuevo amor que me pueda dar todo aquello que tú no me diste y aquello que me quitaste cuando te marchaste.
Me gusta quererte como se quieren las cosas que no se tienen. Solo así nunca dejan de desearse.
Yo no tengo miedo a la costumbre, al siempre lo mismo, a la rutina de todos los días. Lo único a lo que realmente temo, es que tú no estés en ella.
El amor no nos hace invencibles ni inmortales, pero sí nos ayuda a afrontar con más fuerza las batallas y a sentirnos un poco más jóvenes.
Si me pidieran que cambiara una sola cosa de ti, lo único que querría cambiar, es de tema.
Cuando te conocí dejé de temer al tiempo, porque pronto supe que sería hermoso envejecer contigo.
Cuando hablo con alguien sobre ti, no puedo evitar que mis palabras acaben confluyendo en un "nosotros".
Cuando dos cuerpos que se aman envejecen unidos, tienen el doble de fuerzas para afrontar la vejez con alegría.
El amor eterno es aquel que comprende que puede ser efímera hasta la misma eternidad.
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