Nunca vi unos ojos más hermosos que los tuyos. Tampoco un silencio me dijo tanto nunca antes. Solo necesito mirarte un instante para saber que eres tú esa persona capaz de cambiar mi mundo con tan sólo con dos palabras.
Te seguiría a cualquier parte que fueras porque dejas al marcharte un vacío tan grande que no me permite encontrar el sentido a nada de lo que me rodea.
Desde el primer momento que te vi supe que ya no saldrías de mi mente ni un solo minuto. Hoy tengo la suerte de recordar aquel momento cogido de tu mano y me siento la persona más afortunada del mundo.
Nunca olvidaré esa inocencia y ese aire divertido con los que me observaste por primera vez. Fue cuando entendí que a partir de ese momento mi vida giraría en torno a ti.
Te conozco con todos tus defectos y virtudes, manías y brillantes ideas, y hasta he visto el ángel y demonio que llevas dentro... Y por todo ello te amo, rindiéndome a ti en cada momento de nuestra existencia.
Los senderos que abrimos a cada paso de nuestra relación han ido floreciendo y hoy quiero que te pares junto a mí y mires lo maravilloso que es continuar caminando a tu lado.
Me parecía ridículo ver a las parejas de la mano, e incluso creía que era un poco tonto pasar el tiempo pensando en alguien. Pero quedé prendado de ti y mi corazón despejó todo lo que no dejaba ver que el amor... Es amor.