Si no existiese la palabra amor, debería de inventar la forma de quererte con otro nombre. Intentaría que se me recordase al olor de tu pelo y a la suavidad de tu voz que desvanece mi alma en tus brazos.
Podría inventarte mil historias o contarte lo que imagina mi mente, pero no desvelaré nunca lo que siento al quererte, porque si lo hiciese ya no temerías que dejase de amarte.
Eres quien me levanta cuando me cuesta seguir y tu voz la que me alienta cuando creo caer, pero no te quiero por eso. Te amo porque ninguna otra voz me animaría con un te quiero susurrado.
Tardé tanto en decirte que sí porque no creía poder amarte. Pensé que serías pasajero y ahora me doy cuenta de que necesitaría una vida entera para dejarte.
Soy frío, despegado y con pocas convicciones hacia el amor, aunque no logro deshacerme de ese impulso que me lleva a ti a cada instante, que necesita de tus caricias… de tu ser.
No quiero dejar de sentir esa sensación que invade todo mi ser cuando te miro, así que déjeme ver tus ojos cada día al despertar y mírame con amor cuando los cierres, así podré seguir amándote mientras sueño contigo.
Si tuviese que elegir un número para describirnos elegiría el 1, por nuestro amor que nos hace únicos, por tu mirada y por nuestros labios que se unen para formar una sola sensación de amor inmenso.