Me gustaría hacer regresar el tiempo por no haberte querido como lo hice, pero también me gustaría que regresara para que me amaras como nunca lo hiciste.
Del árbol nace la rama, de la rama nace la flor, dime tú querida amiga, ¿cómo nace el amor?... El amor nace de una mirada, crece de una ilusión, se mantiene de besos y abrazos y muere de una traición.
Yo no busco un amor ardiente, ni impetuoso, ni frenético. No es que menosprecie la pasión, es que aspiro a la perpetuidad que suele albergar el amor sereno y entregado.
Hay lugares dispuestos en el mundo para el amor: los bancos de los parques, los portales vacíos, la frialdad de las escaleras… A veces, sonriendo, me pregunto en qué lugar, en qué banco, portal o escalera me estarás esperando.