Frases de amor

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Frases de amor
El verdadero amor es decir te quiero por la mañana con la boca llena de galletas.
El amor verdadero es como los caramelos pica-pica: tras la parte ácida que nos estremece, comienza en realidad la parte más dulce.
Decir te quiero es como salir a correr: al principio cuesta, luego engancha y al final no puedes dejar de hacerlo cada día.
En el amor, como en la religión, solo hay un ser al que entregarse. Eso sí, no debemos perder nunca de vista la posibilidad de una conversión.
Encontrar el amor de nuestra vida es como jugar al golf: aunque sea prácticamente imposible llegar de un solo golpe al último hoyo, nunca perdemos la esperanza de conseguirlo.
Las rosas son las flores del desamor, porque con ellas podemos recomponer las huellas que nos dejaron las espinas.
Cuando me atreví a su susurrar el primer te quiero, ya no estabas junto a mí para escucharlo. Desde aquel día, sigo susurrándoselo al viento con la torpe ilusión de que lo oigas.
Aunque al suceder cueste imaginarlo, lo único que no se recupera tras una dolorosa ruptura es el tiempo perdido.
A veces me obsesiona la idea de perderte, porque sé que, aun pasando el resto de la vida buscándote, sería yo la que no llegaría nunca a encontrarse.
En el amor, la peor de las despedidas es la que se sufre sin haber dicho adiós.
Cuando nos despedimos no me gusta decirte adiós, porque el deseo de verte ya me quema en los labios en forma de holas y de besos.
Casarse y divorciarse es solo una cuestión de hacer papeles. Poder convivir y amarse durante toda la vida, es cuestión de no perderlos.
Casarse y montar un puzle no son actos tan distintos: en ambos la finalidad estriba en encontrar la pieza que mejor encaje.
Lo nuestro es, sin duda, un matrimonio de conveniencia, porque no hay nada en ti que no me convenga conservar el resto de mi vida.
Recorrer despacio las líneas de tus dedos mientras me das la mano, saborear tu sonrisa antes de que me beses, mirarte fijamente antes de que tú misma me devuelvas la mirada y quererte sin límites antes de que me devuelvas un te amo.
Ansío ver sin ser visto por tus ojos-Luna, ojos que me devoran en bocados de plata si me detengo.
Recostada y eterna descansa mi alma cuando se enlaza con el hilo que teje tu mano de hilandera hechicera. Esto si que es amor sin costuras.
Mi vida navega entre dos mares... realidad y virtual es mi existencia desde que que mi código binario se ha fijado en ti.
En la lejanía de unos escasos milímetros calculo la cantidad de amor que siento por ti y reniego de mi mente matemática...hay cantidades que superan la razón.
Callado y pensativo ante este mar del norte, silencio que ruge en espuma de ola, te observo. Quiero ser mujer-pez que no muera por tu boca.
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