Frases de amor

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Frases de amor
Susurro el silencio de nuestro amor, mis manos tocan tu piel que es mi piel, las lagrimas salen de mis ojos que ven con los tuyos... mi deseo me lleva a ti.
Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás que te amo.
Tu me fascinas, porque solo existes tu en mi vida, tu me enamoras porque ya mi vida es un vacío sin ti, tu me alimentas porque solo vivo de ti...tu me cautivas porque solo puedo mirarte a ti.
Te amo aunque no me atreva a decírtelo, te pienso aunque no estés, te añoro aunque estés, te sonrío aunque no me mires... ámame.
El corazón y los ojos son dos cosas muy reales cuando el corazón se enamora los ojos te dan señales.
Romántica, tierna y dulce, romántica con poemas en tus palabras, tierna con un mundo en tu mirada. Dulce en mil sueños de tu dulzura eres romántica, tierna y dulce y por eso te amo.
Sube a mi barquito de papel, a navegar olas de sueños.
¿Acaso anoche me robaste la razón que no la encuentro? Ven y dame la cordura para continuar amándote antes de que mi locura por ti me nuble la existencia.
Esperaría paciente toda una vida, para tan sólo para verte pasar un instante y que me rozases con tu mano.
Trataré de ser la mano que te ayude siempre a caminar, los ojos que te despejen la razón cuando te nubles, las palabras que te aconsejen ante tus dudas y las alas que te empujen en tu vida.
Tu belleza parece esculpida por un ángel que pasó por tu lado y te tocó, dejando ver lo que tenías escondido dentro de tu alma.
Seré, si lo deseas, el idiota que te quiso con locura sin saber tu nombre. Aunque si me lo permitieses, me gustaría saber cómo se llama la mujer a la que regalaré el amor que nunca imaginé que llegaría a sentir.
Escribir mi paso por el mundo sin ti sería como no haberlo hecho nunca. Dame tu mano y escribamos nuestra historia juntos.
Me gusta la inocencia con la que te diriges a los demás y la sinceridad de tu mirada cuando me dices las cosas, pero lo que realmente amo de ti es la pasión que pones a la vida, incluso cuando me amas.
Desde que me enamoré de ti, todas las mariposas y las luciérnagas del mundo se mudaron a vivir a mi estómago.
Desde que te conocí, mis días son un terremoto de felicidad, y tus labios el epicentro que hace temblar toda mi vida.
Me gusta rozar con mis dedos el borde de tus labios, porque haciéndolo, tengo la sensación de estar trazando el contorno del mundo.
Mi sonrisa se ha quedado como una mueca permanente porque tus ojos han arrasado con la tristeza circundante.
Cuando tu sonríes, un halo de luz inunda la estancia tenue de mi corazón guerrero.
La belleza se queda muda cuando tu atraviesas tan entera y eterna la vida sin prisas.
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