Frases de amor

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Frases de amor
Mi memoria traiciona a mi razón, seleccionando aquellos momentos junto a ti que nunca volveré a disfrutar.
Quisiera darte todo aquello que no te di por egoísmo, regalarte lo que me guardé todo el tiempo que estuve a tu lado. Me gustaría hacer un gran paquete y compensar lo que no fui para ti.
Mi habitación es la guarida en la que me escondo mientras pasa el tiempo. Cuando hayan pasado cien años necesitaré otros cien para comenzar a caminar.
Daría más de lo que tengo por volver a verte un instante. Tan sólo ese momento que necesito para ver tu mirada cómplice y saber que sigues estando ahí después de todo.
Cuando no hay nada que puedas hacer para recuperar lo perdido, el vacío se convierte en abismo.
Tengo vértigo al pensar que muero, porque sin ti, la vida que soñaba no llegará. La vida se acorta, la esperanza se pierde.
Aunque al suceder cueste imaginarlo, lo único que no se recupera tras una dolorosa ruptura es el tiempo perdido.
A veces me obsesiona la idea de perderte, porque sé que, aun pasando el resto de la vida buscándote, sería yo la que no llegaría nunca a encontrarse.
La soledad me ha invadido en forma de dolor punzante.
Te has ido para siempre y sin previo aviso. ¿Podré vivir en la oscuridad a pleno día?.
La existencia humana es la mayor tragedia de la historia, un final que siempre acaba mal.
No encuentro sentido al sentido de la vida cuando pienso que al final voy a tener que irme.
Observo distante la vida, ¿para qué involucrarme en esta mentira?.
Se quebró cualquier esperanza de ser feliz el día que sacaste tu billete de ida sin opción de vuelta.
La tristeza es un parásito que se instala en nuestro corazón para engullir cualquier atisbo de alegría.
No merece la pena seguir fingiendo que soy feliz cuando el telón de este circo llamado vida se ha cerrado para mi.
A un paso del abismo del jamás me he quedado petrificado. Tus labios se han sellado y mi corazón se ha helado.
Se desliza la vida hacia un adiós eterno y mi amor se hace inmenso ante el inminente encuentro.
Soy un cuerpo sin alma que vende su corazón roto porque ahora que te has ido ya no funcionará para hacerme seguir viviendo con alegría sin ti.
Mi tristeza se palpa en todos los rincones de mi casa y del aire que respiro y me rodea. La tristeza que ha surgido al saber que nada de mí alrededor cambiará porque nos hemos deshecho de todo lo nuestro y ya la casa está vacía igual que mi corazón.
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