Frases de amor

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Frases de amor
Por más que lo pienso, no deja de sorprenderme que conociéndote desde hacía tantos años, no me hubiese percatado antes de que eras el amor de mi vida.
El amor sin amistad no puede sobrevivir, al igual que el fuego sin oxígeno.
Ya no espero de ti nada más que salgas de mi vida antes de que deje de recordar que algún día fuiste capaz de darme algo bueno.
Me quedo con lo bueno vivido, ignoro lo malo. A cambio sólo te pido que desaparezcas de mi vida con la misma facilidad con la que traicionaste mis sentimientos.
El desamor no es la consecuencia de que el amor se acabe, sino la consecuencia de darnos cuenta de que la persona que amábamos no era la quien creíamos que era.
No existen culpables en esta historia de desamor, simplemente caminamos en direcciones opuestas.
Después de mucho andar, si hay algo de lo que puedo estar segura es que me he enamorado más veces de mi imaginación que de las personas.
Prefiero un amor no correspondido que un amor traicionado.
No siento dolor por tu rechazo, sino dolor por comprobar que estoy proyectando el sentimiento más puro sobre la persona más vil.
Lo peor del amor no correspondido es tener que arrancarle a tu corazón unos sentimientos a los que se había aferrado como un niño a un peluche.
Si en algún momento algo bueno te di, quédate con eso y aléjate de mí, pues no hay ahora mismo en mi interior ni un solo sentimiento positivo que te pueda dar.
Está claro que para ser como tú: amante y traidor, haría falta tener más de un corazón.
No comprendo, ahora que lo recuerdo, la facilidad con la que me decías te quiero, minutos después de haberme traicionado.
Hace falta ser muy cruel para transformar la inocencia de un niño en un objeto de ultraje. Ahora que lo pienso, lamento mucho haberte amado tanto.
Juramentos y traiciones, a eso se resume todo lo que he vivido contigo y a las cenizas del dolor quedan reducidos mis sentimientos por ti.
Dicen que en el mundo todo es cuestión de perspectiva. Y es cierto. Debería estar triste y, sin embargo, me invade la alegría. ¡Qué buena elección la de decirte adiós!
Eres el claro ejemplo de cuando una despedida se convierte en una bendición.
Ojalá las cosas hubiesen sido distintas, pero cuando el amor es tan afilado que duele, decir adiós es la única opción.
Que esta despedida sólo sea el comienzo de una gran etapa en tu vida y que encuentres a alguien que realmente pueda hacerte feliz ya que es evidente que yo no pude.
A veces, amar es saber decir adiós cuando honestamente miramos en nuestro interior y entendemos que no seremos capaces de hacer feliz a la persona a la que queremos.
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