Estoy esperando que se abra la puerta de tu corazón que siempre me tiene a la espera. Que duro es no ver las ventanas que dan aire, ni otras puertas que ya están abiertas y me extienden los brazos con calma.
Cuando escucho tu nombre mi corazón palpita sin parar con la ilusión de que detrás del sonido venga tu imagen y podamos vernos un día más. Porque si la vida quiere que estés en mi destino algún día estaremos juntos y te diré todo lo que he pasado al oído.
Mi vida es como un río a contracorriente, porque he elegido quererte sin ser correspondido. Sin embargo, como el agua cristalina espero que algún día veas a través de mis ojos la claridad de mi amor y lo que he luchado por ti.
No quiero que la amistad me cure las heridas que este amor que no llega me está dejando. No quiero que seas mi amiga y me des tu consuelo porque me duele más eso que esperarte a lo largo de la vida entera.
Me pregunto todas las noches que es lo que me falta para conquistarte, que necesitas para que mi amor sea correspondido. Pídeme lo que quieras y te lo daré el sol, la luna y las estrellas si es preciso.
Mi única esperanza es que, dentro de uno años, mires hacia atrás y te preguntes cómo hubiese sido nuestro futuro si tú no hubieses decidido apearte de él.
Sé desde hace tiempo que soy tu pañuelo de lágrimas, que descargas sobre mí todos tus amores perdidos. Yo quisiera ser aquel por el que suspiras, aquel por el que te desvelas y el que deseas que salga a tu encuentro.
Pensé que eran verdad todos esos planes que hacías en tu cabeza donde me incluías a tu lado pero poco a poco me doy cuenta de que el nosotros era una palabra, vacía, etérea, y carente de significado.
Verte reír es lo mejor que puede sucederme cada día. Te amo tanto que deseo tu bienestar aun cuando éste haya de darse por encima del mío. Aun cuando deba tragarme mis lágrimas para regalarte sonrisas.
Si has estado con alguien que amabas en la misma habitación y un frío helado ha recorrido tu piel, entonces sabes lo que es amar y no ser correspondido.
Ojalá uno pudiera liberarse de las cadenas que impone un amor no correspondido, sin embargo el amor es así de caprichoso, a veces te hace sufrir, pero siempre te enseña algo.