Me quedo con lo bueno vivido, ignoro lo malo. A cambio sólo te pido que desaparezcas de mi vida con la misma facilidad con la que traicionaste mis sentimientos.
El desamor no es la consecuencia de que el amor se acabe, sino la consecuencia de darnos cuenta de que la persona que amábamos no era la quien creíamos que era.
Si en algún momento algo bueno te di, quédate con eso y aléjate de mí, pues no hay ahora mismo en mi interior ni un solo sentimiento positivo que te pueda dar.
Dicen que en el mundo todo es cuestión de perspectiva. Y es cierto. Debería estar triste y, sin embargo, me invade la alegría. ¡Qué buena elección la de decirte adiós!
Que esta despedida sólo sea el comienzo de una gran etapa en tu vida y que encuentres a alguien que realmente pueda hacerte feliz ya que es evidente que yo no pude.
A veces, amar es saber decir adiós cuando honestamente miramos en nuestro interior y entendemos que no seremos capaces de hacer feliz a la persona a la que queremos.