Frases de amor

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Frases de amor
El primer amor nos hace sentir tan especiales que es incomparable. Mil mares no dejan la arena limpia de esos tiernos besos, de esos largos paseos y del sentir de que el mundo está en la mano de aquel que por primera vez nos mira.
Estar enamorado es descubrir cómo de importantes podemos llegar a ser para alguien, por eso un beso del primer amor puede ser un beso eterno y no ser solo el primero.
El primer amor es locura, ingenuidad, pasión, confianza, inseguridad, entrega, soñar, sentir, caricias, abrazos, melancolía... en fugaces instantes que nos gustaría convertir en eternos.
El primer amor nos hace pensar que no podremos sentir jamás nada parecido. Pero el amor siempre consigue sorprendernos.
El primer amor nunca se olvida simplemente porque no es posible borrar de la mente una tormenta de emociones que nos hace elevarnos por encima de todo lo que creíamos saber.
El primer amor es fugaz, intenso y doloroso pero nos prepara para el verdadero amor con paciencia y determinación como el mejor de los maestros.
El primer amor no siempre es el último, pero es el que nos enseña con mayor destreza.
La inocencia es al primer amor lo que la fe para un devoto.
Que el paso del tiempo y de los años no te hagan olvidar la esencia del amor recordándote la primera vez que amaste.
El primer amor se queda tatuado en la memoria del querer.
Fuiste mi primer amor y en mi corazón siempre habrá un hueco para ti y para mí.
Dulce golosina es el primer beso, que se queda en el recuerdo del amor más verdadero.
Nunca seremos los mismos pero siempre habrá un hueco para los que fuimos antes.
Nuestros corazones crecieron juntos y aunque ahora siguen diferente sendero, siempre habrá un cruce para su reencuentro.
Noches cortas, donde el sol se quita y donde la luna cobra todo su protagonismo, son aquellas donde los mejores amantes se conocen y se envuelven uno en el otro como si se concocieran desde hace mucho tiempo.
Cogidos de la mano, paseando por el mar, con el viento en la cara, saboreando helados y besos. Tumbados en la arena cálida y sintiendo que no hay más tiempo que el ahora, ni más mañana que en este preciso instante. Esa es la felicidad que traen los amores de verano.
El amor de verano es aquella pasión que parece que no vamos a olvidar nunca pero cuya fecha de caducidad llegará con los primeros vientos de septiembre.
El primer amor es como un pez de feria: no suele durar más de un par de semanas pero recordamos su nombre durante toda la vida.
Los amores de juventud son como las pompas de jabón, cómo hacer para que duren sin romperse es un misterio.
Dejaron de sentirse niños cuando, mirándose a los ojos comprendieron, que ese amor que les unía no tenía grabada la palabra eternidad en las pupilas.
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