Frases de amor

Ordenar por:
Frases de amor
Yo cuando me muera me quiero ir a vivir a la eternidad de tu certeza.
Te quiero tanto, tanto... que por ti soy capaz de pescar el sueño del amor eterno aunque me suponga, digamos... la misma eternidad.
Mi amor por ti es tan grande, que me voy a tener que mudar de planeta para tener donde guardarlo.
No dejes escapar esta luz que cada vez se aproxima más a ti, porque podría ser amor y es lo más bonito para hacerte revivir lo que es el bienestar.
Ayer me di cuenta de que han talado aquel árbol en el que, nuestros nombres surcados por un corazón con flecha, pensaban que serían eternos en un mutuo destino.
Cuando veo tu cuerpo solo puedo pensar en los tiempos de futuro y los plurales, en palabras inmensas como la palabra eternidad.
El amor eterno es ese que pasamos media vida tratando de encontrar sin caer en la cuenta de que en realidad es él quien tiene que venir a buscarnos.
Pienso en tu cuerpo como en un lienzo extendido en el que quiero dibujar el resto de mi mundo.
Sé que nuestro amor será eterno porque, cuando te miro, pienso en ti como en ese lugar en el que quiero envejecer.
La nostalgia me lleva cada tarde al parque donde nos conocimos y al banco aquel que, tallado en el filo, aún recuerda y pronuncia nuestros nombres.
No puedo prometerte amor eterno cuando no sé, siquiera, qué pasará mañana. Pero sí puedo asegurarte que, pase lo que pase, día a día te querré eternamente.
Si jurar amor eterno es verme envejeciendo día a día junto a ti, entonces, sin dudarlo un instante, puedo prometértelo.
Pocas personas llegan a conocer el amor eterno porque para ello hay que tener el alma limpia de miedos.
Si el amor eterno existe, nunca lo sabremos. ¿Quién puede morir de amor y volver a nacer para contarlo?.
El amor eterno siempre será una incógnita. Quien lo experimentó jamás podrá contarlo. Sin embargo, me encantaría encontrarte cuando deje este mundo para entrar a ese otro donde todo es más ligero y más sencillo.
Ojalá el amor eterno exista porque en esta vida todo nos ha resultado demasiado complicado para estar juntos. Si la justicia existe, allá donde se vaya después de la muerte nos habremos de encontrar.
No sufro por perderte porque se que en la otra vida volveré a tenerte nuevamente.
Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu amor.
Cuando tu mundo se desmorone, ven al mío; yo te estaré esperando.
Tú y yo somos como dos estrellas detenidas en el espacio, separadas por la distancia y unidas por el recuerdo.
Secciones