Frases de amor

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Frases de amor
Aunque el paso del tiempo cambie nuestra memoria, deje el color blanco en nuestro pelo, y nuestros cuerpos deseen descansar más que antes, nuestro amor permanecerá fuerte, como ese árbol que vio florecer nuestro amor.
Cuando sabes que la persona que está a tu lado es con la que deseas pasar el resto de tu vida, no existen obstáculos que impidan que ese amor se haga eterno.
Eres la persona con la que me gustaría vivir la película de mi vida. Hace tiempo que deseaba empezarla, pero es ahora cuando tengo al protagonista.
Te doy mi corazón entre algodones, y sin temor deseo que lo guardes cerca del tuyo, para que sientan al unísono ese amor que nos tenemos.
Seré, si no me dejas, el ingenuo que esperaba un saludo tuyo en la puerta de tu casa y que ahora te espera en nuestro hogar, el que construimos juntos.
Tengo una sola cosa para regalarte, es frágil, muy tímido, y si lo cuidas, será tuyo para siempre.
A veces siento un inmenso temor a la soledad, pero sé que tu amor siempre vendrá a mí para salvarme.
No me importa qué será de mi cuerpo cuando el tiempo y la vida lo envejezcan. Lo que me importa es saber que los ojos de tu amor lo seguirán mirando.
Todo lo que fui, viví o sentí antes de conocerte, fue, sin duda, un preámbulo absurdo al resto de mi vida.
Si tuviera que escoger entre la eternidad y el amor no sabría qué responder, porque en realidad los dos son la misma cosa.
Se desplaza el reloj en mi contra cada día, manecillas maléficas no ganaréis esta batalla, mi amor es fiero, loco, guerrero y eterno.
Devoro el tiempo con mis fauces de lobo estepario, engullo sin masticar los segundos que pasan cuando tu no estás.
Soy una súper heroína, etérea me desplazo levitando sobre eternidad de un amor que no sabe de tiempos.
Soy una fugitiva, me busca la autoridad del tiempo, ese comisario violento que quiere limitar nuestras existencias... conmigo lo lleva crudo pues soy implacable en mi huida.
Alargo mi mano a través del orificio del destino para llevar nuestro amor al espacio de lo eterno.
Un silencio seco y mudo quebró la luz de mi vida cuando tu te fuiste. Sola y desgarrada se quedó mi alma deambulando por la locura del amor eterno.
Ligero de equipaje partió mi último latido. En mi maleta de mano cupo tu amor comprimido para este viaje a la eternidad en vuelo low-cost.
Maldito sea lo eterno cuando se desvanece la realidad de que nuestro amor se quiebra con el paso del tiempo.
Cállate mientras me besas, hazme sentir dentro de un espacio único e irrepetible desde donde se demuestre que el tiempo donde dos personas empiezan a quererse es eterno.
Eres el hombre que me inspira desde su primera palabra del día hasta su última palabra de buenas noches.
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