Las pasiones en los hombres son como los vientos, los cuales son necesarios para infundir movimiento a los seres, aunque frecuentemente provoquen huracanes.
Lo único que hace falta para que los hombres descubran el amor es tener demasiado cerca a una mujer; y lo único que hace falta para que este amor se disipe es seguir teniéndola demasiado cerca.
Un hombre es como una fracción cuyo numerador corresponde a lo que él es, en tanto que el denominador es lo que cree ser. Cuanto mayor es el denominador, tanto más pequeño es el valor de la fracción.
Se suele vincular la fortaleza al hombre y la delicadeza a la mujer. En mi caso, mi mujer aúna estas dos virtudes y yo la contemplo maravillado...la grandeza no entiende de sexos.
Soy hombre de pocas palabras, lo sabes, soy hombre introspectivo, lo sabes, soy yo a cada minuto, una existencia dependiente de cada uno de tus latidos.
Los hombres no saben tratar a las mujeres. Son unos terríbles egoístas: una vez saben que son amados nos olvidan: no se dan cuenta de que la mujer necesita más caricias del alma que del cuerpo.