Frases de amor

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Frases de amor
El matrimonio es un combate a ultranza, antes del cual los esposos piden la bendición de Dios, porque amarse para siempre es la más temeraria de las empresas.
El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.
El matrimonio es un contrato de afectividad que no garantiza nunca su cumplimiento, pues el cariño se revisa cada mañana.
El matrimonio es una carga tan pesada que para llevarla hace falta ser dos, y a menudo tres.
Los que se proponen como objetivo supremo de su vida la felicidad personal, es natural que no tengan inclinación hacia el matrimonio.
Para que un matrimonio sea feliz, el acuerdo entre los caracteres es más necesario que el acuerdo entre las inteligencias.
No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio.
Los hombres muy enamorados esperan del matrimonio una felicidad tan extraordinaria que a menudo se sienten defraudados.
Si los cónyuges no vivieran juntos abundarían más los buenos matrimonios.
El matrimonio es una lotería donde los hombres se juegan su libertad, y las mujeres su felicidad.
La fidelidad en el matrimonio es artificial para el hombre, y natural en la mujer.
El amor, que no es más que un episodio en la vida de los hombres, es la historia entera de la vida de las mujeres.
La mayoría de las mujeres son viudas, al día siguiente de su matrimonio, de la ilusión que se habían forjado.
El matrimonio es el único tema donde todas las mujeres están de acuerdo y todos los hombres en desacuerdo.
Los celos se nutren de dudas y la verdad los deshace o los colma.
Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.
Los celos nacen del amor, pero no mueren con éste.
Los celos se engendran entre los que bien se quieren, del aire que pasa, del sol que toca y aun de la tierra que se pisa.
Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible.
El hombre es celoso si ama; la mujer también, aunque no ame.
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