El matrimonio cubre el amor de tan espesa envoltura que esconde sus variaciones. Los esposos no lo vigilan y creen que el tiempo lo fortifica. Un choque abre la concha y ven que no hay nada dentro.
El matrimonio es un combate a ultranza, antes del cual los esposos piden la bendición de Dios, porque amarse para siempre es la más temeraria de las empresas.