Ella bebe como una mujer, si lo hace
ella hace el amor como una mujer, si, lo hace
y ella sufre como una mujer
pero de repente es como una niña pequeña.
La mujer que gusta domar caballos,
despídase de enamorar corazones: toda
acción de fuerza es extraña en ellas, y en
tanto son amables, en cuanto nos parecen débiles.
Lo que defiende a las mujeres es que piensan que todos los hombres son iguales, mientras que lo que pierde a los hombres es que creen que todas las mujeres son diferentes.
Sólo cuando el hombre y la mujer, instalados cada uno en su sexo, se proyectan el uno hacia la otra y juntos hacia su doble vocación personal, es posible que se hagan mutuamente transparentes.