Esos enamorados que te parecen locos, que no tienen la cordura para actuar con la razón y que ves hipnotizados por el corazón del otro, no son más que un reflejo de nuestro amor sincero.
No hay preguntas para los enamorados, tampoco dudas o desconfianza, porque el amor es pureza, es la transparencia de dos almas que se sienten una sola.
Para los que se quieren, el fuerte sentimiento que sienten al principio continúa su camino hacia un amor que no tiene tapujos y que todo lo resiste, forjándose cual árbol viejo y sus raíces.