No puedo prometerte amor eterno cuando no sé, siquiera, qué pasará mañana. Pero sí puedo asegurarte que, pase lo que pase, día a día te querré eternamente.
Las relaciones pasan por multitud de fases, pero si hay amor verdadero, en todas ellas hay un tercero para absorber los excedentes de cariño: un pez, un perro o un gato.