Frases de Aroha Díaz

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Frases de Aroha Díaz
Sólo Dios puede saber cuánto te quiero y la inmensidad de lo que siento; y sólo él puede saber cuánto dolor me causa saber que jamás te podré tener.
Si los celos son no poder soportar la idea de imaginar tus labios junto a los de otra mujer, debo estar muriendo de esta irremediable enfermedad.
El amor a primera vista surge de una conexión profunda que no entendemos y de una conversación entre dos almas en un lenguaje cifrado que sólo el corazón entiende.
En ocasiones los celos se descontrolan de forma que lo que tememos es lo que terminamos atrayendo.
Mirarte a los ojos y ver tu distancia partiendo mi alma en dos mientras me pregunto cómo se supone que viviré sin tu amor.
Es probable que haya enfermado de amor porque me siento incapaz de separarme de tu mirada y tus virtudes se han vuelto mis flaquezas.
Si sólo tuviese un segundo para para recordar toda mi vida, elegiría ese instante en el que me besaste por primera vez.
Si tuviera el poder de detener el tiempo, lo detendría en el mismo instante en el que tus labios se juntan con los míos.
No existen millas suficientes para destruir lo que siento por ti ni para borrar todo lo que me haces sentir.
El susurro de tu voz negándome llevada por el viento, ese leve sonido, es lo único que me queda de este amor no correspondido.
Quizás no tomé las decisiones acertadas. Quizás no supe expresar cuánto te amaba. Quizás el miedo a perderte se clavó en mis entrañas y me llevó finalmente a perder lo que más me importaba.
Es irónico pensar que hubiese dado la vida por ti mientras tú la dabas por algunos minutos de pasión a mis espaldas.
No importa que el miedo no te deje ver la realidad, nuestro corazón siempre sabe cuándo es el momento de partir.
El primer amor nos marca de la misma forma que el agua deja surcos por donde pasa.
No existe amor que prevalezca en el tiempo y que no tenga como pilar una profunda amistad.
El amor a primera vista se siente en forma de suspiro: el tiempo se detiene, el corazón encoge y nuestra alma se relaja.
El primer amor es dulce, pero también amargo y quien ha probado sus frutos sabe que ni el paso de los años es capaz de acabar con la intensidad de su recuerdo.
El amor verdadero es tan puro como la palabra de un niño, tan fuerte como la mayor de las murallas y tan resistente como el agua, que por más que pueda variar en su forma, siempre mantiene su esencia.
Los celos son parte del amor como las estrellas forman parte del universo.
Los celos son al amor, lo que la tristeza a la muerte.
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