Frases de Aroha Díaz

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Frases de Aroha Díaz
Jamás entenderé cómo una despedida tan corta puede alargarse en la memoria toda una vida.
No existe una fórmula mágica para saber si has encontrado el amor verdadero, es una de esas sensaciones inexplicables pero absolutamente certeras.
Ya no espero de ti nada más que salgas de mi vida antes de que deje de recordar que algún día fuiste capaz de darme algo bueno.
Contigo hasta lo más simple, lo más banal y lo más insignificante se vuelve grande.
El amor a primera vista existe y se siente como un pinchazo profundo en las entrañas cuando te encuentras con una mirada por primera vez y sientes que el mundo se ha parado unos instantes.
El amor verdadero es capaz de sobreponerse a todo, incluso a los golpes más viles que la vida le pueda propinar.
Nunca olvidaré esa inocencia y ese aire divertido con los que me observaste por primera vez. Fue cuando entendí que a partir de ese momento mi vida giraría en torno a ti.
Cuando sonríes por un momento incluso parece que algo en este extraño mundo tiene sentido.
No sabía lo que era el amor hasta que te vi pasar desde el otro extremo de la calle y me encontré con esa mirada.
Jamás podré decirte adiós o hasta luego pues te llevo tan adentro en mis entrañas que siento que nada será capaz de alejarme de ti.
Si de mí dependiese, todo este mundo podría irse al traste y lo único que esperaría que quedase después de la tragedia, serías tú.
Después de mucho andar, si hay algo de lo que puedo estar segura es que me he enamorado más veces de mi imaginación que de las personas.
Probablemente no haya nada tan doloroso como escuchar la palabra amistad cuando esperas oír amor.
De la amistad a veces puede nacer un bonito amor y después del amor, aunque raras veces, también puede quedar una bonita amistad.
Desde el primer momento que te vi supe que ya no saldrías de mi mente ni un solo minuto. Hoy tengo la suerte de recordar aquel momento cogido de tu mano y me siento la persona más afortunada del mundo.
No comprendo, ahora que lo recuerdo, la facilidad con la que me decías te quiero, minutos después de haberme traicionado.
No hay amor imposible sino insuficiente.
Eres más compleja que un cubo de Rubik, pero te quiero tanto que aprendería a armarte en minutos.
Cada vez que te veo pasar algo en mí se ilumina. No sé si es tu sonrisa, tu mirada o lo que emana de tu piel, pero siento que soy incapaz de pasar sin ti ni un solo instante.
Un amor a distancia, sin fe, no tiene más destino que el irremediable olvido.
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