Dijiste que fui fría, pero tu qué sabrás de calor, si sólo eres un niño que juega con el amor, yo habré jugado, pero nunca traicionado, cuando sepas de la vida y lo bonito que es querer, aprenderás que yo fui niña y te amé como mujer.
La mayor tristeza es amar a alguien y no recibir su amor a cambio, pero si tu amas a ese alguien, tu alegría más grande será verlo feliz, aunque su felicidad haga mayor tu tristeza.
La clave está en conocer a la gente y confiar en ellos por ser quienes son. En lugar de ello, confiamos en la gente por ser lo que queremos que sean, y cuando no lo son, lloramos.