Ser feliz puede ser algo tan dulce como morir después de un beso, algo tan suave como el susurro del viento, algo tan simple como rezarle a Dios en un templo o algo tan imposible como tenerte a ti.
Dedico mi energía y mi ser a intentar alcanzar a aquel amor que me mantiene despierto cada noche. Pero ese corazón inalcanzable, imaginario, es casi inexistente y no llegará, lo sé.
Aunque desee olvidarte, vuelvo a caer en las redes de tus palabras una y otra vez. Sé que debo dejarte marchar pero no puedo. Necesito un poco de ti... y tú un poco de mí.
Amar a alguien que no te corresponde es amar a una flor marchita, es probar una fruta amarga, es como esperar en un andén por el que nunca pasará ese tren.