Nunca imaginé que no sería yo, sino mi muela inferior izquierda, la que encontraría al hombre de mi vida. Ir al dentista desde entonces es mi cita preferida.
Se suele vincular la fortaleza al hombre y la delicadeza a la mujer. En mi caso, mi mujer aúna estas dos virtudes y yo la contemplo maravillado...la grandeza no entiende de sexos.