En la monotonía de lo monótono del mismo camino. ¡Pum! Desorden y desconcierto...hoy he visto a un hombre-ángel y la geometría de mis pasos ha pasado a ser caótica y bella.
Odio decir adiós, odio quedarme en el andén y ver como te vas, odio saber que no hay remedio a esta distancia...solo me consuela el halo que deja la estela de tu mirada...