Verte reír es lo mejor que puede sucederme cada día. Te amo tanto que deseo tu bienestar aun cuando éste haya de darse por encima del mío. Aun cuando deba tragarme mis lágrimas para regalarte sonrisas.
Dicen que en el mundo todo es cuestión de perspectiva. Y es cierto. Debería estar triste y, sin embargo, me invade la alegría. ¡Qué buena elección la de decirte adiós!