Si no existiese la palabra amor, debería de inventar la forma de quererte con otro nombre. Intentaría que se me recordase al olor de tu pelo y a la suavidad de tu voz que desvanece mi alma en tus brazos.
Eres la cara a la que miro para iluminar mi vida, la voz que deseo escuchar para continuar luchando y el lugar en el que dejaré mi corazón cada noche para que me despierte tu amor.
En realidad el amor es una receta en la que se mezclan la pasión, el cariño, la ilusión, la confianza, el respeto y una profunda amistad entre dos personas.
La química que hace saltar la chispa que nos hace pasar de la amistad al amor es peligrosa. Puede hacernos encender la llama del amor o puede quemar la armonía que teníamos.
¿Por qué no me dejaste tan sólo un momento para hacerte feliz? No me diste la oportunidad de darte el amor que tenía para ti, y ahora me ahogo intentando salir del mar de emociones que me hiciste sentir.
Recordar aquella persona con la que sentiste mariposas por primera vez y volver a sonreír por todo lo que pasasteis juntos, es volver a experimentar aquella inocencia e ilusión pura que se tiene cuando descubres qué es enamorarse.
Tal vez tengas un amor verdadero o un sentimiento mayor que con tu primer amor, pero nada será más intenso que esa primera sensación de sentir que estás flotando de emoción con esa primera persona.