El amor es como un hoyo; crece a merced
de grandes trabajos, termina con el último
esfuerzo, y para que quede tal como
estaba, necesita que se le eche mucha
tierra encima.
¿Puede alguien recordar el amor? Es como querer conjugar el aroma de las rosas en un sótano. Podrías ver la rosa, pero el perfume, jamás. Y es esa la verdad de las cosas ¿no te parece? Su perfume.
Los efectos del amor o de la ternura son fugaces, pero los del error, los de un solo error, no se acaban nunca, como una cavernícola enfermedad sin remedio.