Cuando amas a otra persona sólo deseas que vuestro tiempo se detenga en cada beso, que vuestras miradas no dejen nunca de cruzarse y que esa sonrisa de vuestros labios no sonría más que por vuestras palabras.
Para muchos es imposible mantener una relación a distancia durante mucho tiempo, porque sus corazones no se encuentran preparados para soportar la incertidumbre de si la otra persona también le esperará.
Antes de que llegue la eternidad me gustaría confesarte que te mentí al decirte que te amaría hasta la muerte. Lo siento amor....pero te amaré eternamente.
Detrás de un gran amor siempre existe una profunda amistad que es la que protege ante otros, aconseja cuando es necesario, apoya para levantarnos si nos caemos y proporciona grandes momentos en compañía uno del otro.
La tristeza la componen dos personas que no llegaron a encontrarse, dos almas solitarias que no encontraron a su amor verdadero, dos corazones vacíos porque el destino no les dejó unirse.
No es necesario que te lo diga, porque tú ya lo sabes. Te empeñas en que hable, en que me abra a ti, pero no puedo hacerlo, no tengo palabras para expresar el sentimiento tan profundo que me invade al estar contigo.
Dos personas que envejecen juntas y continúan caminando de la mano mientras sienten sus corazones más unidos, no se quieren, sino que son el amor personificado.
Cuando no te tenía sólo deseaba que pasase rápido el tiempo para que empezases a quererme, y ahora que te tengo no consigo parar ese tiempo para recrearme en ti.
El amor que siento hacia ti no mueve montañas ni podrá construir una escalera hasta la luna. Pero en ese sentimiento encontrarás una pizca de mi vida que si lo guardas te dará la felicidad.
Preguntarte si lo que sientes es amor a primera vista es confirmar que no lo es. Ese amor te invade, lo sientes, pero te ciega la razón y no eres consciente de que te has enamorado.
Las parejas de enamorados que sufren su amor por encontrarse lejos, defienden su amor a capa y espada, para defender sus sentimientos de lo ajeno y fortalecer la unión de sus corazones.