Si alguien me dijera que no nos vamos a volver a ver más no pensaría que sabes lo que te quiero y estaría todo el día haciendo cosas para demostrártelo. Como somos los enamorados que para que arda la llama necesitamos sentir en la boca el posible sabor de la pérdida.
Si crees que lo nuestro no funciona no voy a molestarte, pero si quiero que sepas antes de que me olvides, que no habrá hombre que te sueñe, te sienta y te desee como lo hago yo en este preciso momento.
Lloro al pie de tu sonrisa, no me tengas pena. Sé que ya sientes la nostalgia mientras mueves tu pelo que esparce polvo de mariposa. Vete con tu sonrisa antes de que me dé cuenta del sabor a despedida.
Las noches son incendiarias, en la almohada me refugio, te busco en cada anochecer, busco la respuesta, una señal que me indique que vas a estar ahí mañana.
Dormir contigo, abrazarte sabiendo que eres mío y que tú esencia estará aquí igualmente cuando me despierte, es uno de los mayores placeres que pueden vivir dos personas que se quieren.
Será pronto, será tarde, será ayer, será ahora, pero no me resigno a pensar que tú amistad se equivoca y que eso que ves cómo locura será accesible, un momento único donde encontrarás nuevas respuestas.
Mi corazón tan tímido espera que acudas a la cita, mis horas se hacen difíciles pero sé que abrirás tus brazos y todo será un sí al amor, un sí a nuestro amor sin reparos.
Sentí punzadas de dolor, sentí decepción, sentí la llegada del desamor, sentí que perdía la razón y con el paso de las horas supe que sólo eran celos, malditos celos.
Solo pensar en tus brazos y ya me deslizo en cuerpo y al alma recorriendo la distancia que nos separa, los obstáculos del presente que no estarán en el futuro.