El enamoramiento no conoce de barreras y aunque somos muy diferentes, un chispazo me ha hecho sentir que entre los dos hay algo profundo, sincero, intenso que merece la pena ser vivido.
Nunca vi unos ojos más hermosos que los tuyos. Tampoco un silencio me dijo tanto nunca antes. Solo necesito mirarte un instante para saber que eres tú esa persona capaz de cambiar mi mundo con tan sólo con dos palabras.
Me gusta la inocencia con la que te diriges a los demás y la sinceridad de tu mirada cuando me dices las cosas, pero lo que realmente amo de ti es la pasión que pones a la vida, incluso cuando me amas.
Mis ojos solo ven tu belleza y por eso no dejan de pedirme que no deje de mirarte. Si vinieras conmigo los tendría contentos constantemente, a ellos y a mi corazón.
Tu boca ilumina mi vida y con cada palabra que dices construyes mi camino. No me lo pongas más difícil y dame una respuesta, que quiero vivir contigo el resto de mis días.
Hay lugares dispuestos en el mundo para el amor: los bancos de los parques, los portales vacíos, la frialdad de las escaleras… A veces, sonriendo, me pregunto en qué lugar, en qué banco, portal o escalera me estarás esperando.