Sabiendo que la respuesta es un sí, cualquier distancia se acorta, cualquier camino se supera con la motivación del posible encuentro, con la posibilidad de oír por fin "te quiero".
La distancia en el amor parece no tener fin, parece que nunca te acercará a esa persona a la que amas, pero cuando llega el momento todo se olvida y el amor se hace más intenso.
El amor y la distancia son como el agua y el aceite. Sabemos que no terminarán juntos pero removemos, insistimos con fuerza, creyendo que seremos los primeros en culminar victoriosos el experimento.
El amor verdadero perdura a través del tiempo y la distancia, esto sólo es posible si se logran mantener juntas las gotas de razón que da la mente y al propio corazón con sus latidos.