Para muchos es imposible mantener una relación a distancia durante mucho tiempo, porque sus corazones no se encuentran preparados para soportar la incertidumbre de si la otra persona también le esperará.
Cómo duele decir adiós cuando no sabes cuánto tiempo durará el amor en la distancia. Pero que poco cuesta decir que vuelves y saber que todavía estás ahí.
Si tienes al amor de tu vida en la lejanía, inventa un modo de acercarlo. Sólo debes sentarte en el lugar en el que lo hacías junto a él y cerrar tus ojos, y notarás sus labios en tu mejilla.
Las parejas de enamorados que sufren su amor por encontrarse lejos, defienden su amor a capa y espada, para defender sus sentimientos de lo ajeno y fortalecer la unión de sus corazones.
Amar en la distancia tiene una belleza especial, porque es un amor que se aferra a nuestro interior, que siente desde lo más adentro mientras espera el reencuentro con la otra persona.
Aunque estés en otro lugar te tengo dentro de mí. Cierro los ojos un instante y veo tu sonrisa mientras me miras… qué bella es la vida tan sólo con saber que estás ahí.
Creer a ciegas en tu pareja mientras le esperas y levantarte cada día recordando que queda un día menos para vuestro reencuentro, es un sentimiento que nunca será capaz de entender el que no ha amado profundamente.
El amor imposible existe y es aquel que se manifiesta en forma de impotencia cuando nos sentimos físicamente cerca de quien amamos y a un millón de kilómetros de su pensamiento.
Solo pensar en tus brazos y ya me deslizo en cuerpo y al alma recorriendo la distancia que nos separa, los obstáculos del presente que no estarán en el futuro.