Verte reír es lo mejor que puede sucederme cada día. Te amo tanto que deseo tu bienestar aun cuando éste haya de darse por encima del mío. Aun cuando deba tragarme mis lágrimas para regalarte sonrisas.
Cuando escucho tu nombre mi corazón palpita sin parar con la ilusión de que detrás del sonido venga tu imagen y podamos vernos un día más. Porque si la vida quiere que estés en mi destino algún día estaremos juntos y te diré todo lo que he pasado al oído.
Me gustaría ser el guionista de tu vida, para cambiar tus sentimientos y que deseases mi presencia a tu lado. Y así este dolor que siento se convirtiese amor infinito.
Los amores que no son recíprocos son los más venenosos, porque llevan dentro la semilla de la esperanza, esa que hace que no escuches que ese "no" es definitivo.
Hay quien espera toda una vida a otra persona. Pasa cada día, esperando pacientemente, a que la otra persona se dé cuenta de que siente algo de ilusión, algo de amor. Pero ese amor nunca llega.
Creía que esas palabras y esa mirada nos llevarían a estar juntos por fin. Pero no era amor lo que sentías y ahora no se qué hacer con la vida que daría por ti… mi vida.
Los que terminan un romance piensan que no existe un dolor como el de un corazón roto. Pero no conocen lo que se siente al tener el pecho oprimido por saber que jamás deseará intentar estar a tu lado.
Los enamorados que no tienen el amor que desean, viven con la esperanza de que algún día eso cambiará, porque si no tuviesen esperanza una parte dentro de ellos terminaría para siempre.
Qué egoísta es el que desea deshacerse de las constantes peticiones de una cita de una persona cuando la otra parte muere por dentro mientras le dice que no.